Consultora de Dirección por mi trayectoria profesional y experta en el desarrollo de competencias intrapersonales y sociales asociadas al Liderazgo por convicción y vocación.
1. Acabamos de cerrar un año el 2020 que ha sido complicado. Eres una empresaria muy en contacto con las organizaciones por tu ámbito de trabajo ¿qué percibes, hay que ser moderadamente optimista?
En estos momentos, las empresas vivimos una situación de incertidumbre que vemos ya claramente que se va a prolongar en el tiempo y en muchos casos, lógicamente las organizaciones no están reaccionado al mismo ritmo.
Ahora se pueden apreciar diferencias entre las empresas que se están adaptando con mayor celeridad y las que todavía por motivos varios les está costando o les va a costar más tiempo. Pero cada empresa por necesidad va a tener que hacer cambios, adaptaciones, innovar y poner en valor todo de lo que dispone, sobre todo, a mi entender en términos de recursos humanos, para aprender a vivir con estos nuevos retos organizacionales y sacar su mejor versión.
2. En lo profesional y en lo personal en este tiempo de pandemia ¿cuáles están siendo tus aprendizajes? Alguna reflexión en voz alta.
Yo, entre otras muchas cosas soy empresaria, emprendedora, mujer y madre, y con este bagaje esta es una más de las situaciones de incertidumbre a las que me enfrento en mi vida, con lo que el gran aprendizaje de esta situación planetaria es que lo que nos toca es seguir aprendiendo a vivir “ahí”, en las circunstancias que nos tocan vivir en cada momento.
Los entornos y los cambios en la vida personal y profesional son continuos e inevitables con lo que conocerme lo mejor posible con mis fortalezas sobre todo, valorarme, reconocer mis logros para mantener la motivación y no dejar de trabajar mis áreas de mejora para enfrentarme cada vez con más seguridad, confianza y salud a lo que me va trayendo la vida. Estas están siendo mis herramientas más útiles.
3. Gestionar la incertidumbre es fundamental en momentos como el actual en el que las certezas escasean. ¿Se hace imprescindible capacitarse en talento o inteligencia emocional?
Como digo lo aceptemos o no los cambios son consustanciales a la vida. Solo que parece que ahora se hace más evidente por la incertidumbre global y planetaria que vivimos tod@s al mismo tiempo. La inteligencia emocional son habilidades y las tenemos tod@s. El problema es que no se nos enseña desde pequeñ@s, ni lo que es, ni se nos ayuda a desarrollarla. Así que cada un@ va con lo que lleva de serie o lo que ha podido desarrollar en su vida, a veces sin saberlo ni ponerle nombre y precisamente son estas habilidades las que determinan cómo nos movemos y cómo somos de eficaces en entornos de cambio e incertidumbre.
Así la autoconciencia emocional que nos permite reconocer cómo nos estamos sintiendo y qué impacto tiene en cómo estamos actuando ante cada situación, o la flexibilidad para adaptar nuestras emociones, pensamientos y conductas ante cambios o circunstancias desconocidas o dinámicas. La resolución de problemas para encontrar soluciones e innovar cuando estás molesta o estresada, la tolerancia al estrés que te permite enfrentarte a los obstáculos y dificultades con más seguridad y sin perder eficacia o el optimismo como actitud positiva ante las dificultades conservando la esperanza en que las cosas van a ir bien. Todo esto para llegar a un mayor equilibrio emocional más eficaz y más saludable.
4. En tu ámbito ¿están surgiendo nuevas oportunidades profesionales o es un sector que también se ha resentido?
Mi actividad se resiente como muchas en el corto plazo pero en mi ámbito de trabajo de desarrollo del Liderazgo para Directiv@s y puestos intermedios que llevan equipos, los nuevos desafíos sociales y profesionales ante la crisis sanitaria son una oportunidad , porque aquéllos requieren buscar otras respuestas, otras formas para enfrentarse y solucionar. Estas competencias siempre han estado ahí pero ahora cobran mayor relevancia si cabe.
Este contexto requiere de Líderes adaptad@s a estos nuevos retos organizacionales. El liderazgo de personas en una época de crisis sanitaria requiere de competencias específicas de adaptación al cambio para mejorar la capacidad de respuesta y en este momento concreto por ejemplo, para recuperar a los equipos que han vuelto a su puesto de trabajo o están teletrabajando con el coste emocional que esta situación está suponiendo.
Son desafíos añadidos en los equipos y organizaciones que el/la líder habrá de afrontar y para los que se debería dotar de competencias para su propia autogestión y la de su equipo:
• Ser modelo de gestión del cambio
• Una visión clave compartida
• La gestión de resistencias al cambio
• El estrés propio y de los miembros del equipo
• La automotivación y motivación del equipo
• La creación de relaciones interpersonales fuertes
• La regulación emocional: ira, frustración, inseguridad, desconcierto, miedo al riesgo.
• Nuevos desafíos de comunicación
Detrás de cada una de ellas hay competencias intrapersonales y sociales que determinan tu eficacia y algo que yo no menosprecio, la satisfacción y el bienestar de las personas que redunda en beneficio de las organizaciones.
5. ¿Qué retos vas a tener por delante como mujer empresaria?
Los retos son seguir trabajando en concienciar de la importancia del desarrollo de estas competencias o habilidades en el entorno laboral para hacer organizaciones más integradoras, facilitadoras y transformadoras.
También contribuir con mi ejemplo, mi experiencia y mi actividad a potenciar el valor de las mujeres en el ámbito empresarial, para que potenciemos nuestros valores, sobre todo los femeninos y nuestra confianza, puesto que esta situación de crisis sanitaria es una oportunidad para nosotras de hacer valer modelos diferentes de formas de hacer que las organizaciones y el mundo necesita.
Así mismo contribuir con mi granito de arena en construir una sociedad mejor, incorporando estas formas de hacer en las estrategias y acciones organizacionales como dicta la Agenda 2030.
Trabajar como empresaria mujer en un entorno que continua con sus propias trabas sociales y culturales para la mujer, a las que hay que añadir nuevos retos que de alguna manera nos pueden limitar si no se regulan como el teletrabajo.
6. En tu opinión, ¿qué sería interesante lograr como claves fundamentales desde nuestra asociación en 2021?
Pues adaptarnos a la realidad que nos toca este año con sus nuevos retos que como mujeres empresarias estamos viviendo.
Concienciación y sensibilización de los valores femeninos como un modelo diferente a poner en valor en esta situación de crisis sanitaria en todos los ámbitos.
Contribuir a que las nuevas formas de trabajo como el teletrabajo no convenientemente reguladas no nos hagan retroceder en la práctica en los progresos y avances que hemos conseguido para la integración de la mujer en el tejido económico y empresarial.