Rosa María Carabel, ganadora del Premio Empresa AED.
Has recibido el reconocimiento de AED con el Premio Empresarial 2022. ¿Qué ha supuesto este premio para ti?
Es un orgullo formar parte de la ya larga lista de mujeres premiadas por AED, una asociación que trabaja de forma intensa para dar visibilidad al liderazgo en femenino.
Igualmente ha supuesto una sorpresa puesto que una, en su quehacer diario, nunca se para a pensar y a observar desde el exterior para saber si el trabajo que realiza y la forma de hacerlo tiene impacto en el exterior, por lo tanto estoy inmensamente agradecida, incluso me he sentido abrumada porque ha sido realmente inesperado. Además, es un honor y también una responsabilidad
¿Por qué crees que las mujeres ocupan menos espacios de liderazgo empresarial?
Son diversos los factores que contribuyen a ello, pero desde mi punto de vista tienen un componente social y cultural muy arraigado, y aunque es clara la evolución en positivo, hay mucho que avanzar a la hora de romper techos de cristal. Las mujeres hace décadas que alcanzamos los máximos estándares en materia educativa y estamos equiparadas a los hombres en este aspecto. El problema está por lo tanto en ese tránsito desde lo académico a lo profesional y concretamente en las posiciones de liderazgo a las que podemos aspirar.
Hay otro factor cultural que hace que aún muchos sectores estén liderados por hombres. Incluso el sector al que yo pertenezco, el de la distribución que es fundamentalmente femenino, está liderado en las cupulas directivas por hombres, de hecho me causó tremenda sorpresa comprobar que, por el momento, yo soy la única CEO/presidenta de una empresa de distribución organizada en España.
Y creo que nosotras también tenemos mucho que hacer al respecto, a modo de ejemplo nosotros en el Grupo Eroski somos el 77% mujeres , pero el 97% de las guardas legales y de las excedencias para cuidado de niños y mayores la solicitamos las mujeres, y los cuidados de los niños y los mayores no son tarea exclusiva de mujeres , pero parece que interiorizamos ese rol con mucha naturalidad, y nosotras mismas tenemos que dar un paso adelante en este sentido.
¿Crees que hemos avanzado en materia de igualdad durante los últimos años?
Sin duda. Ya somos más las mujeres que accedemos a carreras universitarias, estamos presentes ademas en Grados que en años anteriores eran atendidos mayoritariamente por hombres. Hoy las mujeres sabemos y queremos tener un papel protagonista en la Sociedad, y queremos tener un papel protagonista en todos los niveles de la empresa, sin duda, venimos pisando fuerte.
Afortunadamente, la Sociedad nos lo va a exigir, porque no habrá progreso sostenible si no nos convertimos en una Sociedad cohesionada, solidaria e igualitaria. Estoy convencida que el futuro nos va a igualar a todos en cuanto a oportunidades, porque si no fuera así no será el futuro que todas queremos.
Como asociada de AED, ¿qué te ha impulsado a formar parte de nuestra asociación?
Me gusta el trabajo de AED como agente de cambio y como actor relevante en la consecución de redes de promoción y comerciales que fomentan el liderazgo en femenino.
Me identifico mucho con la asociación, con sus valores, con sus principales metas, por fomentar de forma permanente la cooperación empresarial entre sus asociadas y porque se constituye como agente del cambio hacia una modelo de liderazgo igualitario. Sin duda la asociación es un ejemplo claro de colaboración social.
¿Cómo ves la situación actual de tu sector?
En términos generales el sector de la distribución está sufriendo, al igual que el resto de los eslabones que componen la cadena alimentaria, las consecuencias de la inflación. La mayoría de las empresas intentamos amortiguar las subidas de los costes de los alimentos en los precios de venta al público, una tarea que no se desarrolla sin consecuencias sino a costa de los estrechos márgenes que tenemos. Además al incrementos de los costes de los propios productos que distribuimos, le tenemos que unir los impactos de la inflación en nuestros propios costes ( salarios, combustible, energía etc.. ).
Pero los retos a los que nos enfrentamos como sector son enormes, y no tienen que ver únicamente con la inflación, me refiero a lo siguiente:
- Todas las normativas, requerimientos, leyes, directrices a los que nos enfrentamos en diversas materias: Sostenibilidad, cadena alimentaria etc., que no hacen más que intensificar la inflación de los alimentos
- Los potenciales problemas de suministro derivados de la situación geopolítica o incluso del cambio climático
- Los propios cambios en el comportamiento de compra de un consumidor que evoluciona constantemente, que cada vez es más responsable, está más informado y es mas exigente en todos los ámbitos de su vida.
Nos dan una idea de la profunda transformación en la que nuestro sector está inmersa, y que vamos a tener que abordar en los próximos meses / años.
¿Crees que la actual situación de crisis global ha afectado de forma más directa a las mujeres?
Es cierto que esta situación de crisis global, cuyo prólogo podríamos marcar en marzo de 2020 con el inicio de la pandemia, ha afectado de una forma más directa a los eslabones más débiles de toda la sociedad. Hablamos de trabajadores precarios y también de trabajadores de la economía sumergida. En ambos casos la mayoría son mujeres, por tanto, podríamos concluir que esta crisis inicialmente sanitaria y que ha devenido en económica, está afectando más a las mujeres.
¿Qué retos vas a tener por delante como mujer empresaria/directiva?
Uno de mis principales objetivos es que la sociedad conozca quién es Eroski, como somos y cómo hacemos las cosas. Que nos considere como uno de los referentes en los que confiar plenamente.
Somos una organización con alma, transparente, creíble, coherente, donde apostamos por la mujer, por la diversidad, el trabajo digno y la autogestión como auténticos protagonistas del presente y del futuro. Tenemos una obsesión y es dar respuesta a las necesidades de un consumidor cada vez más informado y consciente que apuesta por un consumo saludable y sostenible.
Quiero que se vea a Eroski como motor de cambio y vector que aporta a la sociedad valores como la igualdad de género, la sostenibilidad desde todos los puntos de vista (social, medioambiental y económica), la distribución más igualitaria de la riqueza, un futuro mejor para las siguientes generaciones.
En definitiva, aspiramos a contribuir a la transformación social a través de la empresa.
Si además mi posición y mi trabajo diario pueden servir de inspiración a las miles de mujeres que trabajan en Eroski, haré todo lo posible para que me sientan cerca. Y si esta inspiración trasciende fuera de mi cooperativa querrá decir que hemos acertado en las aspiraciones.
¿Qué medidas crees que son necesarias para conseguir una igualdad real en el ámbito laboral?
Siempre que me hacen esta pregunta, me viene a la cabeza Eroski. Creo que somos de las pocas empresas en nuestro entorno con un Observatorio de Igualdad, que, por cierto, no es de ayer. Ha cumplido 15 años.
Hemos sido pioneros en muchas cosas, por ejemplo, en poner a la primera mujer al frente de un hipermercado en España hace ya 30 años.
Hoy en día nuestra mirada hacia las políticas de igualdad va mucho más allá de lo cosmético, están integradas en nuestros valores, explicitadas en nuestra estrategia y por lo tanto van más allá de lo declarativo. Y esto es clave.
¿Cómo ves el futuro del emprendimiento femenino?
Creo que buena parte del cambio social que estamos viviendo a favor de las mujeres en el mundo de la empresa tiene que ver con lo que hablábamos anteriormente. Cada vez son más mujeres las que salen de la universidad con ganas de comerse el mundo y esta lógica no siempre les lleva a ingresar en la plantilla de una empresa, sino que ambicionan crear desde cero un proyecto. Por eso vemos a cada vez más mujeres emprendiendo, siendo líderes, en sus propias empresas o trabajando por cuenta ajena. Yo les diría que nunca dejen de emprender, incluso aunque estén dentro de otra empresa.
¿Qué le dirías a una mujer que esté planteándose emprender y crear su propio negocio?
Le diría que luche por aquello en lo que cree, en lo que sueña, a lo que aspira. Que se puede ser Mujer, Madre y Directiva, de la misma manera que se puede ser Hombre, padre y Directivo, que los limites los tenemos que poner nosotras mismas, nadie tiene que decirnos donde empiezan y donde acaban nuestras aspiraciones y nuestras metas.