AMAIA AGIRRE, de COACHING FACTORY
Licenciada en periodismo, ama la comunicación, por ello, la mejora de la comunicación está muy presente en su trabajo y acompañamiento en las empresas, en sus equipos y líderes, con el fin de activar su talento.
¿Cómo estás viviendo la situación actual? Puedes enfocarlo desde el punto de vista general, personal y desde la perspectiva empresarial…
Está siendo un torbellino de ideas, emociones y oportunidades. Desde el minuto 1 nos pusimos a trabajar en la visibilidad y en la operativa de seguir activas para estar preparadas si nuestra clientela nos necesitaba. Para eso, en vez de quedarnos en puerto, tomamos la txalupa, comenzamos tímidamente a dar paladas, y avanzar en aguas desconocidas. Y remo a remo, hemos llegado a aguas internacionales, cruzando el Atlántico hasta llegar al mismísimo Pacífico.
Lo que parecía un sueño, germinar acuerdos internacionales, se ha convertido en una realidad.
La tecnología ha sido un gran aliado y ha hecho posible que prosperen acuerdos y alianzas con consultorías de Levante y Chile.
Y en esta tesitura, cuando alguna profesional ha dicho que “no podía” por las circunstancias, nosotras hemos estado preparadas para ofrecer nuestro expertise, porque nos hemos adaptado a los nuevos formatos de webinars (seminarios virtuales) en tiempo récord.
Desde el punto de vista personal, mi máxima preocupación han sido mis padres, quienes afortunadamente están bien; no obstante, he tenido que lidiar con su espíritu rebelde. Creo que la generación de nuestros padres se siente invencibles, y me ha tocado hacer mucha pedagogía para que entendiesen lo importante que es que no salgan a la calle, en la medida de lo posible.
Desde la perspectiva empresarial, he de reconocer que el 2020 venía como el mejor año de los 8 que llevamos en activo, con proyectos muy satisfactorios, con unos retos de intervención en líderes y equipos muy retadores, en empresas punteras.
No estábamos preparadas para este parón, pero hemos reaccionado en tiempo récord. Estoy muy satisfecha de nuestra respuesta. No nos hemos permitido en ningún momento flaquear ni lamentarnos. No hemos dado un paso atrás ni para coger impulso. El ritmo que llevamos está siendo frenético, a pesar de no salir de casa.
La gestión de la incertidumbre es un aspecto con el que trabajas de forma habitual con clientes ¿cómo podemos afrontar el día a día sin miedo?
El miedo es un indicador que nos avisa de un peligro. Si alguien me dice que no ha sentido miedo en esta situación, me preocuparía. Ahora bien, una vez reconocidas las alarmas, lo que hay que hacer es poner el foco en la solución, y si no hay solución, en buscar las preguntas adecuadas. Siempre en positivo. En ningún momento nos podemos permitir parar. Y si paramos, que sea con un para qué: para pensar, para descansar y tomar fuerzas, para escuchar, para indagar…
La incertidumbre forma parte de nuestra vida. Todos los días estamos lidiando con la incertidumbre, aunque no seamos conscientes. Damos por supuesto muchas cosas, que nos permiten ir en piloto automático, y esos días volverán, pero serán cada vez menos duraderos.
Si algo deben aprender las nuevas generaciones es que la incertidumbre será la normalidad del futuro, y para ello, disponemos de varios recursos, como nuestra capacidad de adaptación, nuestra creatividad, la gestión emocional ante los cambios, la capacidad de comunicarnos, la empatía social, la autoestima y flexibilidad…
En tu pregunta está la respuesta: día a día, paso a paso… desde la aceptación que debemos adaptarnos a las nuevas circunstancias, desde la positividad, creatividad y proactividad.
Este momento deja algunos elementos positivos, ¿cuáles crees que son?
Aprendizajes. Sabemos lo que no nos ha valido para hacer frente a esta situación. Debemos dejar atrás viejas costumbres, inercias. Por el contrario, hemos descubierto nuevos recursos como las videoconferencias, y hemos forjado nuevas oportunidades de negocio. Me contaba un empresario que gracias a esta crisis va a abrir una cadena de sus propias tiendas, para no estar a expensas de distribuidores, y otra empresa ha mejorado sus procesos de comercialización incluyendo marketing on line.
Y como sociedad, nos hemos dado cuenta de la importancia de servicios esenciales, como la sanidad pública.
En lo profesional y en lo personal ¿cuáles están siendo tus aprendizajes? Alguna reflexión en voz alta.
En lo personal y en lo profesional, la confianza en que aún andando en tinieblas, hay que seguir confiando, que hay que seguir abonando el campo para generar oportunidades, que el camino se hace acompañado, y que en las crisis, en vez de encerrarse en un caparazón, hay que salir fuera y relacionarse. Quien tiene una buena red de aliados, profesionales, saldrá mejor de una crisis.
Es importantísimo cuidar una red sana y rodearse de buena gente, en lo profesional y en lo personal. Si tu red es sólida, la crisis dolerá menos, y saldrás antes de ella.
Por eso es importante apoyarse en este tipo de redes, como AED, o Emakumeekin, o PWN, o MET. En Bizkaia tenemos suerte porque hay muchas redes de mujeres profesionales, y esto no hace más fuertes. Me contaba una emprendedora de otra provincia que nos envidiaba porque en su entorno carecía de estas redes de apoyo.
Se repite insistentemente que nuestra sociedad va a crecer en conciencia ¿aumentará la responsabilidad social, seremos más sostenibles, vislumbras un cambio de modelo?
No me toca a mí hablar de estas cuestiones, porque creo que hay personas instruidas, politólogos, sociólogos, filósofos que sabrán hacer una lectura más constatable que la mía. No obstante, creo que lo que hemos vivido sí que marcará un antes y un después en muchas personas. Creo que quien ya veníamos sensibilizadas sobre la necesidad de otro tipo de modelo de convivencia y consumo, seguramente esto nos hará reforzarnos en nuestras ideas. No obstante, me temo que muchas personas seguirán pretendiendo que sus vidas vuelvan a la cotidianidad anterior, sin pagar ningún coste, ni compensar por nuestros “excesos”.
¿Qué nuevas oportunidades consideras se van a generar tras esta pandemia en tu sector?
La gran oportunidad es la colaboración entre diferentes sectores e incluso del mismo sector. Otra oportunidad, en mi sector, desde el punto de vista de entrenamiento de líderes y equipos, es que las empresas pongan el foco en las personas, porque como me confesó otro empresario, “la gente había dado el do de pecho, superando todas las expectativas”.
Para nosotras, poner el foco en las personas, pasa por ofrecerles tiempo y espacios dentro del trabajo, para reflexionar, aprender a conversar y escuchar, sabiendo que esto, reportará bienestar, y mayor rendimiento.
¿Qué retos vas a tener por delante a partir de ahora como mujer emprendedora?
Como mujer emprendedora, quiero que no me etiqueten como “mujer”. Que me valoren por mis servicios y por los resultados. Ni hombre, ni mujer.
Precisamente, nuestro primer Foro Transoceánico, hemos invitado a líderes expertas, no “mujer" líder. El objetivo de este Foro, al cual hemos invitado directivas de empresas como Grupo Arteche, ThyssenKupp o AirProducts, entre otras, es recoger experiencias y aprendizajes en la gestión de la crisis, por su condición de líderes, y no por ser mujeres.
Mi reto es seguir con estos Foros Transoceánicos, escuchando a mujeres y hombres líderes, reflexionando sobre buenas prácticas empresariales basadas en el espíritu PEOPLE FIRST. Deseo trabajar con líderes internacionales, porque su impacto es global, respetando y fomentando lo local. Necesitamos un equilibrio; por ello, me gusta utilizar el término “glocal”.
Y mi reto es retomar la curva ascendente con la que iniciamos el 2020. Este año nos ha lanzado un gran reto, y por el momento, le hemos echado el pulso, y estamos aguantando, sacando muchísimas habilidades y recursos de la chistera. Confío en que el 2020 sea el año de nuestro lanzamiento para aportar en las empresas, líderes y equipos todo el talento que se merecen y necesitan para seguir afrontando la incertidumbre.
