Amaia Aseguinolaza, ganadora del Premio Empresa AED
Has recibido el reconocimiento de AED con el Premio Empresarial 2022. ¿Qué ha supuesto este premio para ti?
Me siento muy agradecida ya que en el contexto de empresa familiar de segunda generación supone un respaldo a quienes estamos ahora al frente, mi hermano socio y yo junto a todo el equipo, así como a todos los que en su momento emprendieron y crearon que son mis padres, Iñaki y Alicia, cada uno con un papel muy relevante.
El premio refleja por lo tanto, un reconocimiento para aquellos que estamos dispuestos a aceptar y afrontamos los desafíos y compromisos para construir sobre los fundamentos y valores de una empresa creada por la familia.
¿Por qué crees que las mujeres ocupan menos espacios de liderazgo empresarial?
Aún se arrastran inercias de una ética de los cuidados que ha recaído históricamente en las mujeres, sin considerarlo mercantilmente como trabajo. Actualmente, las nuevas generaciones avanzamos, y se debe avanzar aún más, en el reparto de ese trabajo doméstico de cuidados no remunerado, entre hombres y mujeres ya plenamente educados en libertad. Además, debe acompañarse de leyes que garanticen el acceso al emprendimiento, a los puestos directivos y a los consejos de administración en igualdad de condiciones.
Es una comunión de lo público y lo privado. Todo ello irá permitiendo que las mujeres, libremente, apuesten por sus carreras profesionales en mismas condiciones que los hombres, y que los directivos que tengan que definir planes de carrera y retribuciones para sus equipos, lo hagan con criterios de igualdad. El modelo de sociedad y la distribución de roles tradicionales requiere esa actualización y alerta.
¿Crees que hemos avanzado en materia de igualdad durante los últimos años?
Sí, creo que en lo que nos es cercano, bastante teniendo en cuenta que las desigualdades por sexo estaban plenamente aceptadas y eran legales hace unos 50 años, que para la historia de un pueblo, es poco tiempo. Aún queda un camino pero es sano reconocer que se va avanzando y que es una conquista continua.
Como asociada de AED, ¿qué te ha impulsado a formar parte de nuestra asociación?
Una asociación de profesionales que no solo da voz, estudia y actúa en pro de los retos de la mujer directiva y empresaria sino que además está alineada con las asociaciones empresariales que lideran los intereses de todos los profesionales
¿Cómo ves la situación actual de tu sector?
Nos hemos recuperado tras años muy difíciles de pandemia en los que la hostelería se resintió duramente; hoy en día, empresas y particulares han recuperado los hábitos de consumo, pero sufrimos el impacto de los altos costes energéticos, materias primas y el convenio de hostelería además de la reforma laboral. Se ha vuelto a generar confianza en el sector pero ahora hay nuevos retos, más competencia, pero también una apuesta por la hostelería y la gastronomía como tractora de nuestra economía.
¿Crees que la actual situación de crisis global ha afectado de forma más directa a las mujeres?
Las mujeres están presentes en sectores que se han visto afectados por la crisis más severamente como comercio, hostelería y servicios. La debilidad de su situación laboral las convierte en más vulnerable en situación de recortes.
Las renuncias profesionales para atender necesidades domésticas derivadas de la pandemia, desgraciadamente aun más asignadas a las mujeres, nos han obligado a hacer sobreesfuerzos con impacto en el equilibrio físico, psíquico y emocional.
El impacto de esa sobrecarga tiene consecuencias en nuestro rendimiento y por lo tanto, en nuestras carreras.
¿Qué retos vas a tener por delante como mujer empresaria/directiva?
Creo que lo más retador sigue siendo mantenerse y evolucionar ya que es una empresa de 40 años de antigüedad en un sector donde el perfil del cliente y las tendencias han evolucionado, con mucha más competencia.
Hemos sabido adaptarnos e innovar, partiendo siempre de la gran dificultad que es saber crecer.
Entender el momento de maduración de tu propia empresa y saber lo que necesita es clave.
¿Qué medidas crees que son necesarias para conseguir una igualdad real en el ámbito laboral?
Leyes en todas las políticas (asistenciales, retributivas…) para conseguir una coherencia entre lo que las mujeres de hoy esperan de ellas mismas desde su etapa académica y de proyección profesional, frente a la realidad que se encuentran en su carrera, topándose con riegos que podrían anticiparse o al menos, amortiguarse (el dilema de la maternidad, de los entornos masculinizados…)
En cualquier caso, todo ello pasa por incorporar a los hombres en la consecución de la igualdad, a nuestro lado. No comparto eso de que detrás de un gran hombre o una gran mujer hay…deben estar al lado y alineados.
¿Cómo ves el futuro del emprendimiento femenino?
Creo que la mujer está conquistando nuevas cuotas de poder y liderazgo y en cierta manera, el emprendimiento, aunque es sacrificado y conlleva riesgos también te permite crear el modelo de empresa que se acomoda a tus valores y prioridades, con la flexibilidad y equipo por el que se opte.
¿Qué le dirías a una mujer que esté planteándose emprender y crear su propio negocio?
Que el reto es saber crecer, rodearte de buenos profesionales e intentar disfrutar de la libertad y compromiso que supone tener tu propia empresa.
Ser consecuente con la apuesta de crear y hacer crecer, con sus riesgos, sabiendo que la responsabilidad que se acepta trasciende al de un puesto de trabajo y como tal, será única, propia e incomparable a otras formas de relacionarte con el trabajo. Conocer el ámbito de lo público o del trabajo por cuenta ajena enriquece y da valor a la visión del propio negocio por lo que todas las experiencias le habrán sumado, antes, después y durante.