Adelaida Navaridas es Psicóloga y directora de Amare Psicología. Desde el pasado mes de enero es asociada de AED.
Amare es un despacho de psicología donde se ofrecen servicios de psicoterapia y entrenamiento en neurofeedback para personas de todas las edades. Además se imparten cursos de formación dirigidos a entidades sociales y empresas centrados principalmente a la gestión emocional y mindfulness.
"Hace más de diez años que trabajo como terapeuta y nunca me había dado cuenta de que soy empresaria" Comenta Adeliada en la entrevista realizada por AED. Desde la asociación le damos la bienvenida. Esperemos que disfrutéis de la entrevista y la conozcáis un poco más.
¿Desde cuándo estás en AED? ¿Qué crees que aporta una asociación a las mujeres empresarias, directivas y emprendedoras?
Estoy en AED desde enero de este año. Creo que la asociación aporta redes de contacto y de apoyo que son fundamentales para la vida personal y profesional. Además una asociación garantiza la fuerza de un grupo para luchar por los derechos sociales y laborales, en este caso de las mujeres.
¿Qué te aporta como mujer empresaria pertenecer a AED?
Un cambio muy importante en el concepto de mi trabajo. Hace más de diez años que trabajo como terapeuta y nunca me había dado cuenta de que soy empresaria. La psicología es entendida fundamentalmente como un servicio de ayuda y cuidado más que como una empresa con objetivos económicos. Sirva como ejemplo, aún en el mundo de la psicología existen dudas casi morales entre el uso de la palabra “paciente” o “cliente”. Por otra parte, mientras que en las empresas el objetivo es fidelizar a los clientes, en los tratamientos psicoterapéuticos el objetivo es que el cliente sea autónomo y el hecho de que no vuelva puede ser precisamente una garantía de éxito.
La formación es una excepción dado que puede ser un servicio que se ofrece a lo largo del tiempo.
En la AED estoy entendiendo que soy empresaria y todo lo que eso supone en realidad por lo que estoy tratando de ampliar el enfoque dado a mi trabajo.
¿Crees que el asociacionismo es necesario para contribuir a la igualdad?
Sin ninguna duda.
Si te hablamos de talento femenino ¿Qué te sugiere?
Creatividad, innovación, talento oculto y desperdiciado e injusticia
¿Crees que las mujeres tenemos más obstáculos para emprender, acceder a puestos directivos, poner en marcha empresas?
A nivel personal no me he encontrado nunca con estos obstáculos pero las experiencias de compañeras y todos los datos sociológicos apuntan a que es así.
¿Opinas que es posible conciliar tu vida personal y un trabajo
cómo empresaria?
Trabajo con el mundo de las emociones y sé que los mayores obstáculos para conciliar vida laboral y trabajo surgen del miedo, la culpa y la vergüenza. Es posible siempre la conciliación siempre y cuando la mujer tenga claro lo que eso significa y sea su apuesta de vida, cuente con el apoyo externo necesario y consiga no sentirse culpable a la hora de tomar ciertas decisiones.
¿Crees que desde las empresas y la administración se deberían adoptar medidas que favorezcan la conciliación laboral y familiar?
Por supuesto, pero no sólo para las mujeres sino también para los hombres.
¿Te has sentido discriminada en el mundo empresarial por ser mujer?
No, creo que en eso he tenido mucha suerte.
¿Qué le dirías a una mujer que se está planteando emprender?
Que si eso es lo que quiere y cree que puede hacerle feliz lo haga a pesar de las dudas, la incertidumbre y el miedo que siempre forman parte de cualquier decisión o paso importante en la vida. No tenemos una bola de cristal, las decisiones se toman aquí y ahora con los datos que tengamos en la mano. Claro que es importante hacer una buena planificación y buscar los recursos económicos y personales necesarios pero a partir de ahí, hay que dar el salto con el miedo que eso traiga. Yo trabajé como funcionaria durante diez años, trabajo fijo y seguro, pero renuncié a mi plaza porque ese trabajo no me gustaba, no me hacía feliz y quería trabajar por mi cuenta como psicóloga a tiempo completo. Renuncié a la seguridad y opté por arriesgarme para conseguir una vida más plena y feliz. Algunas personas consideraban que estaba loca. No tomé una decisión puramente lógica sino una más emocional. Desde entonces ha habido, y aún hay, momentos muy duros pero nunca me he arrepentido, todo lo contrario, lo volvería hacer.