NEREA CAMPO, Directora de CAMPO&OCHANDIANO
Licenciada en Administración de Empresas por la Universidad de Deusto y Master en Desarrollo Directivo, tras un período en una firma internacional de auditoría, desde 2006 desarrollo mi actividad en Campo&Ochandiano donde actualmente ocupo el cargo de Directora. Además de llevar la gestión general de la empresa en todas sus áreas me responsabilizo de la gestión y coordinación de proyectos de RRHH, especialmente de proyectos de búsqueda y selección de directivos/as de forma íntegra para las empresas y entidades más representativas del País Vasco.
¿Cómo estás viviendo la situación actual?
Desde el punto de vista profesional, el hecho de que Campo & Ochandiano siempre haya apostado por las tecnologías de la información como herramienta clave dentro de su modelo de negocio, nos ha hecho estar preparados para poder sobrellevar esta situación.
En concreto, en 2019 abordamos un ambicioso y novedoso proyecto tecnológico que además de permitirnos mejorar la eficiencia de la gestión de los procesos de selección acorde al nuevo escenario tecnológico, nos ha permitido seguir desarrollando los proyectos de RRHH con normalidad ante esta situación. Además, contar con una plantilla estable, comprometida y con alta disponibilidad e implicación ha sido clave para poder sobrellevar esta situación.
A nivel personal, como madre de dos niños en edad escolar, está siendo un aprendizaje para todos. Tras unos primeros días más complicados nos hemos ido adaptando y acostumbrado a la nueva situación y las nuevas rutinas, aprendiendo a priorizar, a establecer nuevas responsabilidades e incluso llegando a disfrutar de esta situación. Lo principal que hecho en falta es el contacto físico con amigos y familiares.
Saber gestionar la incertidumbre es un reto, ¿cómo se afronta el día a día?
Gestionar la incertidumbre es uno de los retos más difíciles en el día a día y más aún en esta situación sin precedentes. No obstante, nuestro sector es muy sensible a los cambios de mercado y económicos y en cierto modo estamos acostumbrados a vivir con la incertidumbre. Nuestra firma siempre ha tenido una forma de gestión prudente que nos permite partir de un punto de partida sólido ante este tipo de situaciones. Además, tratamos de mantener una relación muy cercana con nuestros clientes para tener una perspectiva lo más fiel posible del futuro.
Este momento deja algunos elementos positivos, ¿cuáles crees que son?
La verdad es que muchos:
- Reconfirmar la importancia del equipo con el que trabajas.
- Se consolidan relaciones con clientes y con los profesionales con los que tratamos. Se consolida una relación de cercanía y de confianza.
- Nos ha puesto a prueba en un entorno de trabajo basado en el manejo de la tecnología y hemos aprobado con creces.
- Afianzamiento de nuestra cultura de empresa.
- La concienciación sobre la importancia de la sanidad y el papel de los mayores en la sociedad.
- Haber sido capaces de ofrecer soluciones de trabajo adaptándonos compatibles con las circunstancias personales de los /las profesionales.
En lo profesional y en lo personal ¿cuáles están siendo tus aprendizajes? Alguna reflexión en voz alta.
En lo profesional quizás me quedo sobre todo también con la parte humana. Nosotros que nos dedicamos a los RRHH, y siempre reivindicamos la importancia de los valores personales de los profesionales, esta situación me ha servido para reafirmarme en este convencimiento de que sobre todas las cualificaciones que pueda tener un profesional, lo que está por encima de todo es la persona y en estas circunstancias “especiales”, esos valores humanos son los que marcan la diferencia entre una empresa y otra.
En lo personal la importancia “del trabajo en equipo” también en la familia, la importancia de la planificación a nivel familiar y sobre todo, aunque ya lo sabíamos, reafirmar la capacidad de adaptación que tienen los niños que nos están dando lecciones a los adultos sobre como valorar las pequeñas cosas y adaptarse sin quejas a las nuevas circunstancias.
Nuestra sociedad va a crecer en conciencia ¿aumentará la responsabilidad social, seremos más sostenibles?
Pienso que sí y quiero creer que cuando la situación se vaya normalizando no se nos olvidarán las lecciones aprendidas. Desde luego pienso que en el entorno profesional el uso de papel, la disminución de las reuniones presenciales, y el cambio en las formas de relacionarnos ha venido para quedarse, entre otras cosas. Asimismo, me gustaría creer que seguiremos siendo solidarios, y reconoceremos siempre la importancia de los mayores en la sociedad y por supuesto de los sanitarios.
¿Qué nuevas oportunidades se van a generar tras esta pandemia en tu sector?
Aun estando nuestro sector muy ligado a la evolución del mercado nuestros más de 30 años de experiencia en este sector, nos han demostrado que en las crisis surgen oportunidades.
Es probable, que las empresas requieran profesionales con unas habilidades tanto competenciales (gestión de crisis, gestión de equipos dispersos geográficamente y a distancia …) como técnicas (habilidades tecnológicas) diferentes para afrontar la nueva situación.
Asimismo, y estando en un entorno geográfico donde las empresas industriales PYMES son mayoría, seguramente tendrán que surgir operaciones mercantiles para las sobrevivencia de algunas de ellas. Nuestra firma suele colaborar con estas operaciones ayudándoles a incorporar directivos bien que aborden estas operaciones o bien que se incorporen a gestionarlas tras las operaciones.
Asimismo, a nivel de equipo saldremos reforzados. Hemos comprobado como podemos ofrecer a nuestros trabajadores una flexibilidad que antes no éramos capaces de visualizar.
Nos hemos formado durante este período, y hemos afrontado proyectos de mejora internos que en circunstancias normales no podríamos haber abordado, y que nos van a permitir abrirnos a otro tipo de proyectos.
¿Qué retos vas a tener por delante a partir de ahora como mujer directiva y empresaria?
El primer reto será la vuelta a la nueva normalidad. Mantener la seguridad de los empleados y ante todo, y siempre sin detrimento de la calidad de nuestros proyectos.
Mantener nuestras relaciones de confianza y cercanía con los clientes y los profesionales con los que nos relacionamos con las nuevas normas de comportamiento.
Mantener nuestra cultura y filosofía de trabajo con una oferta diferencial y adaptada a las circunstancias después de haberse restringido la demanda de nuestros servicios y las incorporaciones de directivos a las empresas.
Seguir apostando por las nuevas tecnologías y no conformarnos con lo conseguido.
Seguir formándonos para estar preparados para los nuevos retos del futuro.
